Un día aparecí
Un día canté, sufrí.
Un día dejó de ser día
Para ser noche y sentir,
Que no sabía quién era
Que no sabía dónde ir,
Que debía tener metas, objetivos y reír
Que la felicidad estaba en el camino y también en el fin.
Sin embargo, muchas veces me perdí,
En bosques pantanosos de los cuales pude huir,
Que el pasado me arropaba y no me dejaba ver más de ahí,
Que mantenerme en el presente me costaba,
Pues el futuro tampoco me dejaba salir,
De momentos angustiosos que solo yo viví.
Pues la realidad nadie la conoce
Solo lo que cada uno es capaz de percibir
De momentos, de situaciones y de rollos que te pueden hacer latir,
El corazón como aquella primera vez,
En que te ilusionaste, te enamoraste, sonreíste
y sentiste por primera vez vivir
Y fuiste comprendiendo cada vez y otra vez
Que la vida es una montaña rusa en la que te gustaría subir
Aunque tengas dudas de estar en ella e ir a mil, y sentir
Que la vida son trocitos de momentos, emociones, respiraciones y sensaciones,
Que un día comenzaron, que algunos se fueron olvidado,
Otros se hacían escasos y algunos eran solitarios
Como ver la luna desde el cuarto
Y llegar a sentirse uno con el todo
Anulándose el tiempo y el espacio.
Y son esas las experiencias que te hacen pensar
de que nada ha sido en vano,
en este planeta,
en el que todos estamos de paso.
Por eso no importa si he cantado, reído o llorado,
O si he estado desdichado,
Lo que importa fue haberlo experimentado.
Todos los derechos reservados JHON LATORRE © 2021
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